Esperanza Salvador nace con unos principios arraigados en la artesanía, en el producto de cercanía y estacionalidad, en la creatividad, en las materias primas de primera calidad, en la creencia que si está bueno hay que hacerlo mejor. Pero siempre buscando la excelencia

He sido criada con el aroma de un horno familiar, mi familia ha regentado durante más de sesenta años una panadería tradicional en el centro de mi ciudad, Gandía. Habiendo nacido y crecido en este ambiente, a los 16 años tuve claro que quería dedicarme a esta profesión, por lo que vi necesario comenzar a formarme junto a otros pasteleros y escuelas.

Mi MAESTRO Mariano Bellber, me presentó al concurso de pasteleros de Valencia. Aún no tenía 18 años y era mujer pero gané el 1º premio. (En esa época las mujeres no ocupábamos un lugar destacado en la repostería). Por lo que tuve la oportunidad de viajar asistiendo a varios concursos, participando o ejerciendo de juez, donde pude conocer a personas maravillosas.

Desde entonces sigo formándome con la misma ilusión y la sensación que me queda mucho que aprender.
Desde mi primera experiencia en el horno familiar y tras muchos años, no hay otro ambiente que despierte más en mí las ganas de mejorar y satisfacer a mis clientes.